Querido amigo, no te vamos a engañar: tus posts en Facebook son preciosos y te quedan muy bien, pero… ¿Pero? Sí, pero la mayoría de tus seguidores no los leen porque Facebook ya se ocupa de que tus seguidores lean lo que a ellos les interesa: sus anuncios a través de Facebook Ads.

Sí, querido amigo, Facebook es un negocio como otro cualquiera que gana dinero con la publicidad. Y, aquí viene lo bueno, si quieres ser más visible, deberías plantearte publicitarte con los anuncios de esta red social. Al fin y al cabo, todas las grandes empresas lo son porque se gastan mucho dinero para que su mensaje se oiga en cualquier sitio.

Ya, ya sabemos que tú no tienes mucho dinero para gastarte en publicidad y no dominas las redes sociales y no confías mucho en ellas. Si nos hubieras leído en otros posts, a estas horas estarías convencido. No obstante, no te lo tenemos en cuenta porque si estás leyendo este post es que estás interesado y eso es lo que nos gusta.

Facebook Ads, ese gran desconocido... para tí

Por eso, te damos aquí las claves por las que hay que utilizar este sistema de publicidad:

  • Si a Facebook le interesa que inviertas en publicidad para ganar dinero, le interesará también que tus anuncios funcionen.
  • Facebook te ofrece la posibilidad de segmentar a tus clientes.
  • Ya has hecho parte de tu trabajo: tienes muchos seguidores en el perfil de tu empresa.
  • Facebook te ayuda a encontrar al cliente que debe visualizar tu anuncio. Si hay algo que sabe hacer esta red social es conocer los datos de las personas.
  • La publicidad en Facebook es más barata que en otros sitios.
  • Cada día más gente se anuncia en Facebook, por algo será.
  • Hay expertos que pueden ayudarte, enseñarte y diseñarte las campañas a un precio razonable.

¿Qué te dice esto? Pues que quizás te estás perdiendo una forma muy sencilla de hacer publicidad por muy poco dinero porque Facebook Ads es ese gran desconocido… para ti. No te decimos que Facebook Ads es la panacea, te decimos que puedes hacer campañas rentables por menos dinero del que puedes creer. ¿Cómo? ¡Ay, amigo! Eso será en otro post de este blog.