«Uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo.» Arnold H. Glasow
El formato fulldome, ofrece nuevas posibilidades como herramienta pedagógica complementaria a la escuela tradicional. Por ello, promover el desarrollo de iniciativas y con ellas futuros estudios que permitan poner en práctica el potencial de estos espacios en la educación formal e informal es una oportunidad para la educación.
La desmotivación en el aula, el fracaso escolar y la pérdida de interés por las asignaturas son hoy, ya un problema global. En este sentido, llama la atención un dato especialmente preocupante que encontramos al estudiar las estadísticas de numerosos países y que muestran como los alumnos presentan un desinterés general por la ciencia al concebirla como una materia aburrida, inaccesible, compleja y abstracta. La formación actual no motiva a generaciones crecidas en el valor en la experiencia. Por ello, si la tecnología debe ser hoy un punto clave en la trasmisión eficaz del conocimiento, tampoco será baladí utilizar contenidos adaptados a las necesidades y competencias actuales, así como el uso de espacios que puedan potenciar este tipo de educación.
Por otro lado, la gran tendencia en general al hablar de nuevas tecnologías de la educación es imaginar aulas repletas de ordenadores y/o tablets. Esta visión de una escuela adaptada tecnológicamente es tremendamente limitada, teniendo en cuenta la multiplicidad de formatos disponibles, con ventajas que superan con creces las tecnologías convencionales aplicadas a la educación formal. Y es que los espacios virtuales inmersivos son una de las herramientas más innovadoras en este sentido. Con la posibilidad de interactuar con los 5 sentidos en un entorno práctico experimental y además en grupo, el alumno no solo aprenderá ciencia sino que la experimentará en un espacio donde cualquier materia es potencialmente recreable. La capacidad ilustrativa que se pone en juego con formatos como el fulldome a disposición de la enseñanza no tiene parangón en la historia de la educación. Sin embargo, los beneficios de este formato no han sido suficientemente estudiados en el campo educativo. Es fácilmente asumible que los espacios inmersivos pueden hacer que el estudiante aprenda y disfrute más que en una clase tradicional pero es necesaria una mayor apuesta por la utilización de éstos de modo que se genere una experiencia práctica suficiente que permita incorporar de manera cotidiana estas herramientas al servicio de la educación formal e informal.
En próximos post, repasaremos algunas oportunidades que se vienen advirtiendo en lo que se conoce como entornos inmersivos y entornos virtuales inmersivos, y más concretamente en los espacios fulldome, como herramientas de aprendizaje y de transmisión de conocimiento.
Fuente: Paper «Entornos inmersivos y educación». Fulldomefactory
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