Dice el pianista James Rhodes en su libro Instrumental (Blackie Books): «Los músicos tenemos que establecer un vínculo y formar una relación con nuestro público que vaya más allá de los pocos cazadores de autógrafos de después de los conciertos. Sé asequible, responde a los tuits y  a los mensajes de Facebook, cuenta chistes, sé humano, déjate del rollo ese de “artista envuelto en su misteriosa genialidad”. Porque si no lo haces o te niegas a ello, si no eres uno de esos talentos de los que surge uno en cada generación, lo vas a pasar mal».

¿Os suena de algo? Él habla de los músicos de clásica que se encierran en sí mismos y no les gusta relacionarse con los fans o la prensa, lo cual está llevando a esa industria a un declive con mayúsculas. Esto podría aplicarse a cualquier empresa, institución o blog que se dedique a cualquier cosa y que quiera hacer camino en el proceloso mundo del marketing online y de las redes sociales.

Como veis, la clave no está en dominar conceptos como el ROI, el inboud o el target. El concepto clave está en «establecer un vínculo y formar una relación con nuestro público… sé humano…».

En otros posts hemos hablado de esto, de la emoción, de parecer de carne y hueso. Da lo mismo que seas una gran empresa que una pequeña. Tus seguidores van a notar si lo que haces y les transmites lleva adjuntado tu alma o no. Al final, la transparencia es la mejor forma de acercarte a los demás.

Alimenta el monstruo que hay en ti en Redes Sociales

A la gente le va a gustar mucho más un vídeo hecho con tu smartphone de tus compañeros investigando en pantalones cortos sobre la nueva tela que utilizarás en tus prendas, que un tuit diciendo que vendes calcetines a un precio asequible.

Ahí está el secreto: fotos en las que aparezcas desenfadadamente, vídeos en directo a través de Facebook contando tu llegada a la sala de conferencias, entrevistas con tus proveedores, chistes en los que te ríes de ti y de tus propios errores… todo funciona si se hace con inteligencia, ganas de ser sincero y esfuerzo.

Esfuerzo, otro de las claves que se nos olvidan. Escucharás a muchos gurús del marketing que si amas lo que haces, no te costará nada hacerlo. Es mentira. Todo cuesta, todo se convierte en rutina y tienes que luchar para que no sea así: buscar cosas nuevas, levantarte por la mañana y hacer un esfuerzo por tuitear con alegría, no dejarte vencer por la pereza, la apatía y los malos resultados… y eso cuesta. Nada es fácil en esta vida y menos las redes sociales, que son un monstruo que hay que alimentar día a día y nunca se cansa.

Eso sí, una vez que lo alimentas te quedas muy contento. Alimenta el monstruo que hay en ti y en la red.