En este entorno global en transformación, con nuevos patrones de producción, consumo y comercio, aún hay espacio para la cultura, la creatividad a través de potentes factores de competitividad. Los drivers que actúan sobre el cambio del consumo de contenidos son verdaderos vectores de impulso y creación. Las expectativas de los consumidores son bastante diferentes a las de tres años atrás y la viabilidad de los proyectos se estudia no sólo en base al número de usuarios potenciales, sino que se tiene en cuenta el modelo de negocio elegido y las rentabilidades previstas a corto, medio y largo plazo. Por tanto, y más allá de las «modas», Mares Virtuales interpreta el futuro en clave de un mercado abierto, competitivo, donde apostamos por convertirnos en proveedores de una cultura propia y exportadores de contenidos originales y experiencias a través del formato Fulldome.
El formato Fulldome tiene un enorme potencial sin explotar para llevar al público hasta donde no ha ido antes. Estamos convencidos de que sólo hemos arañado la superficie de un nuevo medio visual. En él, los límites seguirán creciendo a medida que más y más personas están mostrando interés en licenciar contenidos alternativos. Como dice Ethan Bach «
[…] no me sorprende que el Fulldome esté atrayendo a aquellos que trabajan con la transformación de experiencias. La cúpula se está convirtiendo en un entorno abierto a la experimentación y la exploración. […]» La cúpula es una de las nuevas promesas en el camino del cine y el entretenimiento de las artes.
EL EFECTO ¡WOW!Y es que el Fulldome nos da la capacidad de operar en diferentes entornos, es complementario con estrategias comunicativas, un gran aliado para la educación y otros muchos ámbitos más. Los sistemas completos de visualización Dome ofrecen la inmersión de la experiencia a la audiencia en grupo, rodeándolos de ricas imágenes y sonido. La tecnología Fulldome nos proporciona un lienzo digital versátil que invita a la creatividad y la innovación como medio para ofrecer experiencias singulares brindando al público la sensación de estar en un espacio sin límites. Esta versatilidad inherente a este formato, heredero de los planetarios hace de él un lugar donde no solo se pueden ver estrellas, sino un espacio donde de la combinación del ingenio y los contenidos obtenemos como resultado experiencias únicas pensadas para los espectadores y que transforman un formato como el Fulldome en un teatro digital, en un entorno de aprendizaje inmersivo, o en el mejor showroom del mundo. Y es que un lugar donde educar, comunicar y sorprender, todavía hoy, es posible. ¡WOW!
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